El Esp?ritu Santo

Siempre que el cristianismo ha presentado un poder vivificante particular, se ha considerado a la doctrina del Esp?ritu Santo como uno de los art?culos principales de la iglesia, junto con las doctrinas de la justificaci?n y la expiaci?n. El rasgo distintivo del cristianismo, en lo que se refiere a la experiencia del hombre, es la obra del Esp?ritu, que no s?lo lo eleva muy por encima de toda especulaci?n filos?fica, sino tambi?n por encima de cualquier otra forma de religi?n.La gran importancia de un estudio con reverencia y oraci?n sobre este tema deber?a ser evidente para todo verdadero hijo de Dios. Las repetidas referencias que Cristo hizo al Esp?ritu en Su discurso final (Juan 14:1-16:1-33) insin?an de inmediato esto. La obra particular que le ha sido encomendada proporciona una clara prueba de ello. No hay ning?n bien espiritual comunicado a nadie sino por el Esp?ritu; todo lo que Dios en Su gracia obra en nosotros, es por el Esp?ritu. El ?nico pecado para el que no hay perd?n es el cometido contra el Esp?ritu. ?Cu?n necesario es entonces que seamos bien instruidos en la doctrina b?blica concerniente a ?l!