Comentario a la Ley de Seguridad Privada

La evoluci?n actual de la seguridad privada en una sociedad sometida a riesgos diversos es, sin duda, una evoluci?n en t?rminos cuantitativos y, finalmente, cualitativos. Por decirlo en otros t?rminos, hay m?s seguridad privada y adicionalmente, hace m?s cosas y desarrolla m?s actividades que no pueden ser realizadas por la seguridad p?blica convencional. Se produce en este punto una transito entre las necesidades derivadas de nuevos riesgos y la posibilidad de su cobertura por medios tradicional ligados a la seguridad p?blica. Este transito es el que justifica que el legislador haya optado por la reforma del marco jur?dico de la seguridad privada que se realiza con la publicaci?n de la Ley 5/2014, de 4 de abril, de seguridad privada. La nueva Ley trata, por tanto, de dar cobertura al cambio funcional que se ha producido en los ?ltimos a?os y adaptar el r?gimen jur?dico de la actuaci?n de los profesionales y de las empresas que dedican a esta actividad al nuevo marco funcional y a las eventuales exigencias que se han ido produciendo en el ?mbito europeo.Es cierto que la concepci?n final de la seguridad privada como una parte de la seguridad p?blica efectuada por quienes tienen la condici?n de colaboradores de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado pero no tienen tal condici?n constituye un elemento central de la explicaci?n del modelo y, lo que parece m?s importante, de las bases para un modelo estable, efectuado sobre el mismo esquema. Ciertamente esta concepci?n es tributaria de la propia doctrina del Tribunal Constitucional sobre la ubicaci?n conceptual de la seguridad privada como un subproducto de una matriz m?s grande conformada en el entorno de la seguridad p?blica. Esta ubicaci?n es ciertamente relevante porque sit?a las pautas de actuaci?n y las reglas de comportamiento de los agentes en un entorno espec?fico y con unas caracter?sticas delimitadas m?s all? de que sea el agente p?blico o privado el que act?e en el cumplimiento de la respectiva func