El animal sobre la piedra

El animal sobre la piedra o La f?bula del huevo son la misma novela. Tuve que los t?tulos y la decisi?n de que la primera era m?s enigm?tico y tal l?rico, porque el segundo podr?a relacionarse con alg?n episodio en la cocina, a la hora del desayuno. El libro puede leerse de una sentada, como yo han dicho. As? que el lector se levanta m?s o menos temprano, desayuna y luego lo lee, quedar? libre para mediod?a y puede aprovechar el resto del s?bado o el domingo. Es posible que le den hambre tanto e, incluso, que quiera comer carne roja porque el protagonista va a supermercado y compra carne. Tambi?n es posible que tenga deseos de comer insectos. Nada de eso importa, de cualquier manera. Si el lector quiere escapar que lo haga, est? en su derecho. La primera l?nea le avisar? lo que se puede encontrar m?s adelante: «Mi casa fue territorio de un evento extraordinario». Daniela Tarazona «La historia de El animal sobre la piedra, narrada con una prosa obsesivamente cuidada, a veces po?tica, no concede al lector ninguna certeza para saber si los hechos (si es que lo son) transcurren en un plano real, on?rico o delirante; por el contrario, lo abandona en su perplejidad y lo deja vagando entre s?mbolos como la muerte, la maternidad, el ?tero y, por supuesto, lo humano-animal.» Letras Libres «F?bula biologicista, novela fragmentaria e introspectiva, consigue registrar los cambios como un devenir natural, libre de culpas o principios morales». Patricio Zunini