Entre pr?ncipe azul y bestia

En toda historia siempre hay tres versiones… la de ellas, la de ?l y la real. ?Cu?l ser? la que descubras t??No cabe duda que uno gana mucho cuando se pierde algo. Me gusta dejar que las cosas fluyan, que todo est? en constante movimiento, que todo caiga por su propio peso. Normalmente no busco nada. S?lo me toca aceptar o declinar; ahora que recuerdo casi nunca he dicho que no. Cuando se trata de amor, siempre doy lo mejor de m? y afortunadamente he vivido momentos incre?bles. Claro que no me he escapado del dolor; estoy lleno de cicatrices. Amo y soy amado. No odio, pero tal vez soy odiado. Me desvivo por cada beso. As? soy yo. La vida me ha hecho madurar y he elegido estar abierto a nuevas experiencias. Intento ser felizmente feliz.—Paolo.Dentro de las muchas canciones que componen el soundtrack de esta novela, dan ganas de a?adir una: «Once I had a love and it was a gas. Soon turned out had a heart of glass…» de Blondie. Por supuesto, el protagonista se quedar?a perplejo ante la dedicatoria, porque ?l siempre hace las cosas bien, nunca pretende lastimar a nadie y s?lo tiene amor para dar cuando se lo piden. Desde su primer beso hasta el ?ltimo, simplemente es como es. La vida es la que lo coloca en el lugar y el momento indicados para gozarla. ?l se deja llevar. Si le gusta, repite la canci?n. Si no, cambia de pista. A veces pienso en ?l y me pregunto si me recordar?. Dicen que los caballeros no tienen memoria, ?una bestia la tendr?? —Una mujer que tuvo la (in)fortuna de conocer a Paolo.