Resumen del libro "Empieza con el porqu?"

Mark Rubin es un buen padre. Dedica mucho tiempo a estar con sus hijas, Lucy y Sophie. Un s?bado por la tarde, su esposa, Claudine, llev? a Lucy a jugar a casa de una amiga, y Mark se qued? en casa para cuidar de Sophie, de cinco a?os. Como estaba un poco cansado, lo que en realidad le apetec?a era disponer de un poco de tiempo para relajarse tirado en el sof? y no tener que volver a jugar en la casita del ?rbol por en?sima vez ese d?a. Para mantener ocupada a Sophie, decidi? utilizar el televisor de canguro. Mark ten?a dos DVD reci?n comprados para escoger. No hab?a visto ninguna de las dos pel?culas y no ten?a referencias sobre ellas ni por la prensa ni por ning?n amigo con hijos peque?os. Tampoco le apetec?a ver los dibujos animados; el plan era dejar que Sophie disfrutara de la pel?cula en una habitaci?n mientras ?l ve?a otra cosa en otra parte. Uno de los DVD era de una productora de la que nunca hab?a o?do hablar, y el otro, de Disney. ?Cu?l pondr?a en el reproductor de DVD? ?Cu?l pondr?as t? en el reproductor de DVD? Los dos DVD eran de dibujos animados, los dos eran adecuados para ni?os, las dos pel?culas ten?an un par de buenas cr?ticas en la caja. La ?nica diferencia es que confiamos en el DVD de Disney. Disney no es una empresa perfecta: en ocasiones ha tenido problemas de gesti?n y liderazgo, y de vez en cuando el precio de sus acciones sufre un baj?n. As? que, ?por qu? habr?amos de confiar en ella? Disney act?a con una idea clara del PORQU?. Existe para propiciar una diversi?n familiar buena y sana, y desde hace lustros todo lo que dice y hace ha ido encaminado a demostrarlo. La raz?n de que confiemos en Disney es sencilla: sabemos en lo que cree. Ha sido tan coherente a lo largo del tiempo en todo lo que dice y hace, que los padres conf?an lo suficiente en ella para exponer a sus hijos a los contenidos de la empresa sin tener que examinarlos primero. Esto no tiene nada que ver con la calidad de sus productos. No es algo racional. Imagina que todas las organizaciones empezaran con el PORQU?. Las decisiones ser?an m?s sencillas, mayores las lealtades, y la confianza, moneda corriente. Si nuestros dirigentes fueran diligentes a la hora de empezar con el PORQU? la innovaci?n florecer?a. Como este libro demuestra, esta norma es prioritaria. Da igual el tama?o de la organizaci?n, da lo mismo el sector, no importa el producto o servicio, que, si todos asumimos alguna responsabilidad en empezar con el PORQU? y motivamos a los dem?s a que hagan lo mismo, entonces, entre todos, podemos cambiar las cosas. Veamos c?mo hacerlo.